domingo, 14 de octubre de 2012

ENE, SR. MINISTRO - Pedro Elosegi


Aquí donde me ve, Sr. Wert, a mis cincuenta y dos años, creía que había ciertas cosas que ya eran imposibles de escuchar, o de leer, si no fuera en algún libro histórico. De nuevo la realidad supera a la ficción, gracias (es una forma de hablar) a, entre otras personalidades, (en el doble sentido), como la suya.

Usted, Sr. Ministro no nos puede “españolizar”, ni a nosotros ni a nuestros hijos e hijas, ni a quienes no lo deseen;  ni a catalanes, ni a vascos, ni a manchegos, ni a extremeños. Sobre todo porque eso forma parte de la esfera íntima, es, como pocas cosas ya, perteneciente a la propiedad intelectual de la persona. Suena mal, suena muy mal ¿Pretende el Sr. Ministro entrar, con toda la artillería de su ministerio, ni mas ni menos que de Educación, en la mente de los ciudadanos?

Eso tiene un nombre que, por no ser desagradable en exceso, al menos solamente calificaría de sectarismo. El ministerio de Educación no puede, ni debe ser una secta que se dedique a lavar cerebros de los ciudadanos y Vd. parece ser que es lo pretende.

A mí a menos no consiguió españolizarme en siete años de bachillerato el Sr. Sanza, en las clases de llamada Formación al Espíritu Nacional, ni los camisas azules que circulaban por el parque donde jugábamos de niños; uno de los cuales todavía coletea por alguna asociación vecinal.

Respeto profundamente el sentimiento de españolismo de quienes lo tienen, hayan nacido, vivido o servido donde fuera. Entiendo también a quienes puedan sentir esa “doble identidad” que Vd. alude, pero yo soy y me siento vasco y solamente vasco. No tengo ningún sentimiento de odio, antipatía  ni animadversión hacia quienes no sienten como yo por esa razón. Pero nadie puede ni debe, ni a mí ni a nadie, hacer que sienta algo que no comparto.
  
Encima nos regala los oídos y la vista con perlas como que: si sus palabras llevan a alguien a pensar "en el pasado o en el franquismo", es que "ese alguien tiene un problema de categorías mentales" y "no sabe mirar al futuro". Por eso mismo, por eso, Sr. Wert, mirando al futuro le tengo que decir que yo, al menos, no quiero ser español y Vd, a pesar de que lo intente no puede entrar, como Don Pelayo, a la reconquista de mi pensamiento. Eso además, viola los mas elementales principios pedagógicos esperables de cualquier administración educativa y no se olvide que Vd. es, al menos por el momento y si nadie lo remedia, responsable del ministerio de Educación y no del de Defensa que, como garante del artículo octavo de la Constitución, se le supone encargado de la unidad de la patria. La educación debe basarse en la transmisión de valores y no en la imposición de pensamientos.

Le repito Sr. Ministro, yo me siento vasco y no español, de la misma manera Sr. Wert que Vd. se siente español y supongo que no francés o inglés, y si es así lo respeto. Y lo digo no mirando al pasado, sino con la vista muy puesta en el futuro. En el futuro de mí País y si quiere en el del suyo. Mirando al futuro de nuestros hijos e hijas.

Yo no puedo hacer que Vd. deje de ser Ministro. Es Vd. mismo quien debería dejar de serlo, al menos de Educación.

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