miércoles, 26 de junio de 2013

Comunicación, teatro y circo - Pedro Elosegi

La importancia de lo cercano, el valor de lo próximo, lo local, en definitiva,  no es casi nunca bien  percibido desde “lo general”. Pero hay un paso más, ni siquiera se entiende que se aprecie desde lo cercano. Una falta dual de entendimiento por lo tanto. No se comprende ni “el qué” ni “el porqué”

Sin embargo, curiosamente, el efecto no es contrario. Desde el “grande”, se cree que lo que a él le resulta cercano, es de necesario interés para todos. Ejemplos podemos tener diariamente, unos percibidos, otros denunciados, otros desapercibidos de manera bien intencionada y algunos más desinteresadamente hastiados.

El conflicto laboral de los trabajadores de Radio Vitoria hay que entenderlo en ese contexto. ¡Qué se le va a hacer! Pero Radio Vitoria es un medio de comunicación muy cercano a Vitoria-Gasteiz y al Territorio Alavés: ¿Por qué? Muy sencillamente. Porque habla de los temas próximos y cercanos que con mayor sensibilidad percibe el oyente; de su casa, de su calle, de su barrio, de su pueblo, de su escuela, de su centro de trabajo, de su deporte, del Deportivo Alavés, del Baskonia, de sus fiestas, de su Ayuntamiento, de su Diputación… Y además, quienes transmiten esa información, los profesionales de Radio Vitoria son, parte de nuestro entorno de conocidos, sus nombres son familiares, sus voces se echan de menos en casa, son y esto es así como parte de la familia, del trabajo, del entorno cercano. Y es que además su quehacer profesional los hace inmediatamente relacionarlos con lo que nos interesa.

Solo es este contexto puede entenderse el éxito en audiencia de un medio cercano. Los profesionales de la prospección de audiencias saben que una inmensa mayoría de los lectores de medios escritos abren el periódico por la información local, generalmente en las primeras páginas,  luego saltan a la información deportiva, en las últimas páginas, que casi siempre se inicia con la crónica diaria de los primeros equipos y después, si es el caso, se lee el resto de la edición. Esto es así y se sabe. Y tanto es así que en las grandes localizaciones turísticas veraniegas, las editoriales procuran llevar todas las ediciones locales. Así uno, en Benalmádena por ejemplo, compra la edición de Álava de este o aquél periódico y no compra ese mismo diario si la única edición que le ofrecen es, la de la Miranda, por no poner otro ejemplo mucho más habitual.

Pero algunos piensan todavía que es de interés general por ejemplo, la agonía, ladrillo a ladrillo, de un estadio de fútbol; y así, diariamente tenemos puntual información de la retirada del césped, del desmontaje de las sillas, del derribo del corner, de la caída de la tribuna principal… Y seguramente lo es para algunos ciudadanos, pero evidentemente no para todos. Y el costo en recursos de comunicación es el mismo. Por no hablar del desplazamiento simultáneo de hasta cuatro unidades móviles a otras tantas localizaciones de montaña para decirnos… ¡que está nevando! pero si ya lo vemos, si nevar nieva igual en todos los sitios. En fin.


Absolutamente de acuerdo con el ejemplo que puso sobre la mesa en su comparecencia parlamentaria la directora de EITB. Efectivamente, en el mundo de la política, como en el del teatro, como en el del circo cada uno debe asumir su papel. En todos ellos hay funambulista, equilibristas, domadores, payasos, trapecistas. En éste conflicto algunos, desde nuestra responsabilidad política local, hemos tenido que asumir el papel de equilibristas para intentar conciliar posturas entre los responsables del ente y los propios trabajadores. Posturas que además creemos que no están tan distanciadas y que una buena resolución conllevará lo mejor para todos. El resto de actores, trabajadores y responsable políticos deberán saber y asumir cual es su papel en este teatro-circo. El nuestro, repito, equilibristas.

jueves, 6 de junio de 2013

Pensamiento, lateralidad y acción - Pedro Elosegi

Interiorizamos sin pensar, en la misma o mayor medida que actuamos sin interiorizar. La influencia de las corrientes de información que en forma de aluvión nos llega sin prácticamente tamiz alguno a nuestro pensamiento, condicionan nuestro comportamiento y hasta nuestra propia manera de ser. Interiorizamos con escaso filtro crítico.

Lo que nos llega, según de donde llega y de la categorización en la que situemos la fuente, consigue pasar, casi insensiblemente, los pocos o escasos filtros que pudiéramos tener. Y en la misma manera ocurre a la inversa, si el origen está categorizado en el polo opuesto. Eso precisamente, la fuente, el origen, la procedencia, el quién y no tanto el qué, ni el cómo, ni siquiera el cuándo, es lo que resulta determinante.

Filias y fobias condicionan de manera definitiva nuestra manera de entender la realidad del entorno. Somos capaces de asumir aquello que llega de quienes tenemos “entelequialmente” colocado a un lado de nuestro espacio mental y rechazar, sin más reflexión, aquello que nos llega del lado opuesto. En el fondo es más fácil, menos fatigoso, sin complicaciones.


El posicionamiento en uno u otro polo por lo tanto, el posicionamiento resulta fundamental en la capacidad o no de influir en la voluntad, la actitud y la capacidad de acción de los demás. Esto, un buen político y más, un buen gabinete de asesoramiento político, lo sabe muy bien y constituye el eje de sus actuaciones. El resto vendrá dado.

viernes, 10 de mayo de 2013

A SANGRE FRIA; LA BATALLA - Pedro Elosegi


La Batalla de Vitoria fue una cobarde agresión por la espalda a un ejército en retirada. A un ejército y una población civil que lo acompañaba. Un sanguinario ataque por la retaguardia con un único fin que no era otro que el expolio de los tesoros y bienes que llevaba el ejército francés. Con un único fin, el lucro propio de los generales y la tropa británica.  Ni siquiera con la intención  de devolver aquellos bienes a sus propietarios verdaderos, que no se intentó, sino con la intención de apropiárselos.

Ese hecho y ningún otro fue lo que evitó el saqueo de la ciudad.  La supuesta, ponderada y casi santificada “heroica acción” del General Álava entrando en la ciudad y ordenando el cierre de las murallas no tuvo ningún sentido práctico. El verdadero botín, y los ingleses lo sabían, estaba extramuros. El General Álava acudió raudo a su propio Palacio de la calle Herrería, nunca sabremos si a protegerlo, que lo primero es lo primero, o a satisfacer otros deseos y necesidades de los seres vivos.

El ejército de José Bonaparte venía desde Madrid en retirada hacia Francia, eso es absolutamente claro. El ejército inglés no podía dejarle escapar con el botín y no lo hizo y se apropió de él y lo hizo aquel 21 de junio de 1813 en Vitoria. Lo hizo además, a costa de 15.000 bajas, entre las que se encontraban las de muchos alaveses que no habían hecho otra cosa que la de estar ahí, y esto es también absolutamente claro. El resto, las bajas, los heridos, los muertos, los saqueos, los robos constituyeron parte de lo que hoy en día llamaríamos “daños colaterales”. Unos daños que se reprodujeron dos meses después, el 31 de agosto, cuando el ejército inglés y el General Wellintong invaden San Sebastián, y a falta de los bienes, ya esquilmados del ejército francés, se dedican a saquear, robar, violar, asesinar a sus habitantes e incendian la ciudad.

Esta es la historia. Pero evidentemente la historia la escriben los vencedores. Los vencedores fueron los ingleses y escribieron su historia.

Esa es la historia que los vencedores crearon y nosotros debemos creérnosla.

Y ustedes lo conmemoran, lo celebran y hasta lo recrean.

Una pregunta al aire; ¿Qué nos parecería, a día de hoy, que en 2176 a alguien se le ocurra celebrar, conmemorar o recrear el asesinato de cinco obreros, que participaban en una reunión en el interior de una iglesia, en una tarde de un tres de marzo de 200 años antes?

¿Qué nos parecería que esto se hiciese para atraer turistas y con un fin eminentemente economicista, y a mi juicio de muy bajo y escaso calado cultural?

En fin a Vds, a los programadores, celebrantes y recreadores les corresponde la responsabilidad y ni siquiera se sonrojan. La historia les juzgará.

Pero ya se encargarán, como se encargaron en 1976, de escribir la historia que les interesaba contar.

Pedro Elosegi Gz. de Gamarra
Procurador del Grupo Juntero EAJ-PNV

martes, 19 de febrero de 2013

CULTURA Y/o cultura - Pedro Elosegi

Las Juntas Generales de Álava, con los votos de la mayoría habitual en esta Legislatura, es decir, todos menos los de los Procuradores del Partido Popular, han aprobado la creación de una ponencia en el seno de la Comisión de Euskera, Cultura y Deporte. Una ponencia para, entre otras cosas, realizar un análisis de las potencialidades de las instalaciones culturales, incluyendo las aportaciones del tejido asociativo, artístico y cultural de Álava y en su caso la elaboración de un Plan Estratégico.

Estamos en momentos de reflexión. Los tiempos de crisis son, casi irremediablemente, momentos de reflexión ya que solo así es posible superar la propia crisis. Esta puede y debe ser la virtualidad de esa Ponencia recién creada.

La cultura en Álava, en Euskadi, en España si se quiere, con perdón, en Europa, en el mundo y en el universo, no vive, no puede vivir únicamente de los grandes proyectos de masas, manipulados por las repercusiones mediáticas y los planteamientos economicistas. La CULTURA con mayúsculas no es posible exclusivamente así.

La CULTURA, con mayúsculas es algo más, mucho más que el espectáculo. Algo más, mucho más que el número de visitantes, asistentes y espectadores a uno u otro determinado acto. Algo más, mucho más, que la riqueza económica que genera y aporta a una determinada comunidad.

La cultura es algo más, mucho más que la difusión, mucho más que la exhibición. La cultura es formación. La cultura es, en fundamental medida creación, evolución y desarrollo de la propia personalidad del ciudadano. La cultura forma parte y configura nuestra identidad, nuestro desarrollo personal y colectivo.

La cultura se desarrolla en torno a las personas, a los individuos, a los  ciudadanos, que son y deben ser los protagonistas y no sólo destinatarios-espectadores. La cultura no puede ser solamente números, previsiones y desarrollos económicos y euros.

En estos planteamientos basamos la esperanza en que la ponencia de trabajo que se ha creado, nos ponga los pies en el suelo sobre la realidad, sobre lo que es y debe ser la cultura en el Territorio alavés.

No todo debe ser grandes proyectos, suntuosos equipamientos y faraónicos edificios. No todo son  programaciones de primera línea, magnos conciertos, nombre propios, (más mediáticos que otra cosa) y ferias, festivales, ciclos…

El ciudadano debe ser protagonista activo (y no pasivo) del fenómeno cultural. No convirtamos al ciudadano en público consumidor, ni a las políticas culturales en programas de desarrollo turístico.

Pedro Elosegi Gz. de Gamarra
Procurador del Grupo Juntero EAJ-PNV

martes, 4 de diciembre de 2012

PLAN FORAL DE OBRAS Y SERVICIOS - Iñaki Nafarrate

Recientemente se ha aprobado en Juntas Generales de Álava el Plan Foral de Obras y Servicios.
Este programa de ayudas es el más importante para las Entidades Locales del Territorio Histórico de Álava. Un programa de ayudas imprescindible para el desarrollo de los pueblos y núcleos de población de Araba.
Ya al inicio de esta Legislatura, allá por septiembre del 2011 se trato en Juntas Generales de Álava la necesidad de modificar la Norma del Plan Foral existente puesto que databa del año 1997 y estaba totalmente obsoleta.
La propuesta del Diputado de Administración Local, Sr. Ruiz de Arbulo, era juntar a los grupos junteros entorno a una mesa y entre todos redactar un proyecto de norma nuevo. Desde el grupo juntero de EAJ-PNV se le traslado que el ejecutivo del PP debería de presentar una norma y que los grupos junteros de la oposición pudieran mejorarla mediante enmiendas.
El tiempo pasaba y el Sr. Diputado ninguneaba a la oposición en sus comparecencias en Juntas Generales de Álava y daba largas a la necesidad de una nueva norma del Plan Foral de Obras y Servicios. Incluso se realizo una nueva convocatoria del Plan Foral de Obras y Servicios con la norma obsoleta en vigor y además con una vigencia de cuatro años, lo que provocó la protesta generalizada de todas las Cuadrillas del territorio y de la inmensa mayoría de los Alcaldes y Presidentes de los Concejos.
¿Cómo se entiende que el Sr. Ruiz de Arbulo que ha sido el mayor experto eliminando subvenciones a las EELL de Alava, puesto que eliminó en el año 2012 ayudas del Plan Foral de Obras y Servicios a los Ayuntamientos y Concejos concedidas en los años 2010 y 2011, (algo que jamás había ocurrido en la Diputación y que ostenta el record el actual Diputado de Administración Local) ahora nos venga con una convocatoria que recientemente se ha resuelto para cuatro años? Antes las había concedido EAJ-PNV y no tenían validez, pero ¿ahora sí?
Así las cosas, el Grupo Juntero de EAJ-PNV presentó en Mayo de 2012, por iniciativa propia, su proyecto de norma en Juntas Generales de Álava puesto que el gobierno del Partido Popular no lo había hecho después de un año en el gobierno de la Diputación Foral de Álava.
Este proyecto de norma se debatió intensamente en una Ponencia nombrada para ello en un plazo de 15 días en Octubre de 2012. Al final, se llevo a Pleno y la aprobación definitiva llegará con la publicación en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Alava (BOTHA). Habiéndose conseguido el consenso mayoritario favorable de toda la oposición con la abstención del Partido Popular.
Por supuesto esta norma ya aprobada mejora ostensiblemente la financiación de las obras que solicitan las Entidades Locales de Álava y se financian también conceptos muy importantes para ellas que la norma antigua no lo hacía como centros de día, energías renovables, etc.
Primero el ejecutivo del Partido Popular dice que necesita un año para la resolución del Plan Foral de Obras y Servicios convocado en marzo del 2012, puesto que era para cuatro años, y de repente le entra prisa y se apresura para aprobarlo a mediados de noviembre. ¡Vaya que casualidad!
¿Qué significa esto? ¿Que la aplicación de la nueva norma mejorada ostensiblemente no entrara en vigor hasta el año 2016? EAJ-PNV trabajará por supuesto para que la nueva norma foral entre en aplicación en el año 2014.
Este es el interés y sensibilidad que el gobierno del Partido Popular tiene para con los Ayuntamientos, Cuadrillas y Concejos de Álava. Que se fastidien y que no puedan mejorar la financiación de sus proyectos hasta el año 2016.
El Sr. Diputado en sus comparecencias habla, por supuesto, de todo lo contrario, pero la realidad es la que es y Sr. Ruiz de Arbulo a las Entidades Locales del Territorio no las va a engañar fácilmente.

domingo, 14 de octubre de 2012

ENE, SR. MINISTRO - Pedro Elosegi


Aquí donde me ve, Sr. Wert, a mis cincuenta y dos años, creía que había ciertas cosas que ya eran imposibles de escuchar, o de leer, si no fuera en algún libro histórico. De nuevo la realidad supera a la ficción, gracias (es una forma de hablar) a, entre otras personalidades, (en el doble sentido), como la suya.

Usted, Sr. Ministro no nos puede “españolizar”, ni a nosotros ni a nuestros hijos e hijas, ni a quienes no lo deseen;  ni a catalanes, ni a vascos, ni a manchegos, ni a extremeños. Sobre todo porque eso forma parte de la esfera íntima, es, como pocas cosas ya, perteneciente a la propiedad intelectual de la persona. Suena mal, suena muy mal ¿Pretende el Sr. Ministro entrar, con toda la artillería de su ministerio, ni mas ni menos que de Educación, en la mente de los ciudadanos?

Eso tiene un nombre que, por no ser desagradable en exceso, al menos solamente calificaría de sectarismo. El ministerio de Educación no puede, ni debe ser una secta que se dedique a lavar cerebros de los ciudadanos y Vd. parece ser que es lo pretende.

A mí a menos no consiguió españolizarme en siete años de bachillerato el Sr. Sanza, en las clases de llamada Formación al Espíritu Nacional, ni los camisas azules que circulaban por el parque donde jugábamos de niños; uno de los cuales todavía coletea por alguna asociación vecinal.

Respeto profundamente el sentimiento de españolismo de quienes lo tienen, hayan nacido, vivido o servido donde fuera. Entiendo también a quienes puedan sentir esa “doble identidad” que Vd. alude, pero yo soy y me siento vasco y solamente vasco. No tengo ningún sentimiento de odio, antipatía  ni animadversión hacia quienes no sienten como yo por esa razón. Pero nadie puede ni debe, ni a mí ni a nadie, hacer que sienta algo que no comparto.
  
Encima nos regala los oídos y la vista con perlas como que: si sus palabras llevan a alguien a pensar "en el pasado o en el franquismo", es que "ese alguien tiene un problema de categorías mentales" y "no sabe mirar al futuro". Por eso mismo, por eso, Sr. Wert, mirando al futuro le tengo que decir que yo, al menos, no quiero ser español y Vd, a pesar de que lo intente no puede entrar, como Don Pelayo, a la reconquista de mi pensamiento. Eso además, viola los mas elementales principios pedagógicos esperables de cualquier administración educativa y no se olvide que Vd. es, al menos por el momento y si nadie lo remedia, responsable del ministerio de Educación y no del de Defensa que, como garante del artículo octavo de la Constitución, se le supone encargado de la unidad de la patria. La educación debe basarse en la transmisión de valores y no en la imposición de pensamientos.

Le repito Sr. Ministro, yo me siento vasco y no español, de la misma manera Sr. Wert que Vd. se siente español y supongo que no francés o inglés, y si es así lo respeto. Y lo digo no mirando al pasado, sino con la vista muy puesta en el futuro. En el futuro de mí País y si quiere en el del suyo. Mirando al futuro de nuestros hijos e hijas.

Yo no puedo hacer que Vd. deje de ser Ministro. Es Vd. mismo quien debería dejar de serlo, al menos de Educación.

martes, 17 de julio de 2012

El fin de semana bien, ¿y tú? - Pedro Elosegi

A veces miro con preocupación a mi alrededor. A veces no, casi siempre. Siempre pienso lo mismo. Casi mejor no mirar. Al final no es otra cosa que la táctica del avestruz.

Esto, que, creánme es enormemente satisfactorio a corto plazo, al final resulta absolutamente inútil. En algún momento tienes que mirar, al menos para saber donde estás, para no perder la orientación, para reconocer al menos a quien tienes a tu lado y sobre todo a quien echas en falta. Para algunos esto es casi una necesidad vital. Veansé ejemplos.
Y otra vez llega la misma semana, la dichosa semana, la que para algún prócer guru de la culturilla local es “su” semana. Tengo dos opciones, mirar para otro lado o, al final mirar, mirar de frente y afrontar la semana. Llevo muchos años, todos los años, mirando para otro lado en esta semana. Pero creo que este año, a lo mejor por la crisis y por el estado cataléptico-depresivo que me provocan las medidas, los recortes, los hachazos o como quiera llamarse al sopapo que recibimos la semana pasada, he decidido mirar de frente. Estar esta semana en todo lo alto de la ola de la culturilla local.
Y veo lo de siempre, los de siempre vamos. Ni mas ni menos que aquellos que por dejarse ver, patinados con una capa de cultura, acuden, casi mejor peregrinan, a ocupar su asiento frente al evento. Algunos no entienden esa costumbre de mirar al escenario en un acto cultural, qué mas dará, piensan, si eso es lo menos importante. Se les ve inquietos, preocupados, miran a babor y estribor, como buscando los protagonistas, intentando localizar a aquellos cuya actuación verdaderamente les interesa, entre los compañeros del patio de espectadores. Que al fin y al cabo una vez que vengo, que me vean, digo. En fin, en fin…
En fin. Lo importante parece ser no tanto el qué como el cómo, el dónde y, sobre todo,  el quién.
Luego leemos el resumen, masiva afluencia, clamoroso éxito, irrepetible actuación, se espera la nueva edición.
¿Y luego qué? ¿Y las otras cincuenta y una semanas dónde? A veces creo que la cultura, en lugar de ser un valor de enriquecimiento personal, de satisfacción y de superación propia, viene constituyendose en nuestro entorno como una ocasión de marketing personal ante los semenjantes. Llegaremos, si no lo hemos hecho aún, a convertir un acto cultural en una reunión de espectadores-actores, con más vocación de lo segundo que de lo primero.  Esto evidentemente tiene dos lecturas, contrapuestas, deseable una y menos deseable la otra, según por donde se mire.
El fin de semana bien, ¿y tú?